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Ecos del Pasado

La calle está vacía, la penumbra lo atrapa y lo único que se escucha es el lastimero maullido de un gato solitario.

Algo lo sigue desde que salió de la posada, lo nota, siente un escalofrío que le recorre la espalda y el cuello.
Ha escondido la carta en el abrigo, cerca de su pecho, la toca para cerciorarse de que continúa allí.

Al final de la calle gira a la derecha, en dirección al puerto y en ese momento recuerda las lejanas palabras que su padre le recitó años atrás…

«Aparecen durante la noche, parecen sombras, siluetas que se pierden en las paredes oscuras… Se mueven silenciosamente en la penumbra…»

En ese momento acelera el paso, no puede permitir que lo atrapen, no cuando ha llegado tan lejos.

Tropieza y pierde el equilibrio, no sabe si algo lo ha empujado… escruta la penumbra desde el suelo, nada parece haber cambiado, solo escucha el sonido del mar rozando suavemente la madera de los barcos.

Se incorpora, comienza a correr sobre las losas oscuras y es en ese instante cuando escucha pasos cada vez más rápidos detrás de él.

Cambia su dirección en un desesperado intento de escapar… De pronto comienza a llover, una lluvia lenta y continua que moja su ropa y crea infinitos reflejos sobre el húmedo asfalto.

El callejón se vuelve cada vez más estrecho… corre sin pausa mirando hacia atrás continuamente, corre hasta que llega al final, no hay salida. Se da la vuelta para mirar cara a cara a la oscuridad.

La sombra, la silueta oscura lo observa a unos metros, no se mueve, permanece impasible sin mover ni un solo músculo.

Poco a poco la sombra se acerca… poco a poco el frío empieza a recorrer su cuerpo, poco a poco el mundo comienza a escapar de sus ojos…

La oscura silueta se acerca más a él y coge la carta…

«… en sus caras no hay ojos, son los ángeles del diablo…»

Un ruido sordo se escucha en la lejanía, aquel ser se gira bruscamente y desaparece en la oscuridad.

Él sonríe, saca otra carta del bolsillo izquierdo de su pantalón, la abre… La partitura de una canción, la clave de un pasado lejano encerrada en un pedazo de papel…

Comienza a correr de nuevo sobre el asfalto, sin saber si la muerte le estará esperando en la próxima esquina…










3 comentarios sobre “Ecos del Pasado Deja un comentario

  1. Decir que, me ha encantado, sobre todo el final, aunque tú digas que no te termina de convencer.

    La frase: «Él sonríe, saca otra carta del bolsillo izquierdo de su pantalón, la abre… La partitura de una canción, la clave de un pasado lejano encerrada en un pedazo de papel…»

    Me ha conmovido, y me ha generado un escalofrío. Además, con la música de fondo que le tienes al blog, me ayudó más para la ambientación de este relato, sublime, sin duda.

    Este relato, me recordó, no sé por qué, a «El Palacio de Media Noche» de Carlos Ruiz Zafón.

    Mención especial, a la siguiente frase: «La calle está vacía, la penumbra lo atrapa y lo único que se escucha es el lastimero maullido de un gato solitario.»

    Al leer esto, ya me has enganchado, sin duda. *___*

    Sigue así Víctor, cada día escribes mejor. :3

    ¡Saludos amigo! :3

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