Serpiente de Piedra
La carretera está vacía, camina sobre ella con paso vacilante y la mirada perdida en el infinito, intenta vislumbrar el final, pero no está a su alcance… al menos de momento.
Pequeñas plantas crecen en el resquebrajado asfalto, hace mucho que fue construida, hace mucho que fue creada, y el tiempo ha hecho mella en su cuerpo grisáceo. El cielo ha cambiado de color, y ahora es gris como el rugoso suelo, los pájaros vuelan por encima de su cabeza, alto, tan alto que solo aprecia millones de pequeños puntos en movimiento, siguiendo el recorrido que la carretera les muestra.
A veces se la escucha respirar, su corazón late desde el fondo de la tierra, como un animal aletargado, serpiente de piedra.
A los lados hay millones de fotografías tiradas sobre el suelo, miles de caras desperdigadas, rostros tristes, alegres… vidas corrientes encerradas en una imagen de plástico.
Sobre el asfalto has dibujado una vida que será borrada, sobre el asfalto y la piedra encontramos tu retrato encerrado en la prisión que el tiempo ha creado con el pasar de los años.