
«Un abismo de levedad»
-

Miras el reloj otra vez. Una de la tarde y vuelve a sonar el timbre, ese que te revienta por dentro, a pesar de marcar la salida. Abres la taquilla, esa que huele a rancio y a zumo caducado (normal,…
-

Nuria
“No pude olvidar aquel día, apartarlo de mi memoria. Por más que lo intentaba más veces regresaba a ese punto, a ese camino de piedra rodeado de flores mustias y hierba cubierta por pequeñas telas de araña y gotas de…
-

Bajo olivos de hierro.
Nuestro sueño es una barca abandonada, una brújula, una mano temblorosa, un navegante desnudo a las puertas de la muerte, una ola, una llama apagándose, un compás de lágrimas. Nuestro sueño es; lo que maté cuando subí a ese…
-

Hasta que el tiempo pase
Sólo hay una manera de morir; perdiendo el tiempo olvidando labios, ojos y cuerpos. Solo, como solamente supe hacerlo, secando al sol las fotografías, desgastándome en caminos de tierra, elevando la voz, en gritos de retina salada. Sólo…
-

Raíces neuronales
La imagen sale de su retina como un chispazo, un flash en medio del campo totalmente negro que lo rodea. Llevaba horas allí, sin ver absolutamente nada, sin recordar absolutamente nada. De hecho, por momentos llegó a creer que ni…
-

La razón de todo
He recibido más de trescientas cartas sin remitente. Cartas con relatos, cartas con poemas, cartas con uno o dos párrafos que apenas se comprenden…, y la única relación que veo entre todas (a parte de la grafía dorada y estirada…
-

Si quisiera sentir.
Si quisiera sentir como sentía cuando hablabas de comenzar a sentirme; bajo las sábanas húmedas, bajo las ramas laberínticas de árboles de corteza clara y hojas iridiscentes y sueños de fotones sobre epidermis jeroglíficas. Si quisiera guardar;…
-

Como tórtola de cristal
Una tórtola de alas rojas, un gato a medio pintar y dos voces sin cuerpo. La luna, su soledad inhóspita, la sombra infinita, su verso roto. Una carta carcomida, un sueño de corazón frugal o frutal moribundo. …
-

Alimañas
Recuerdo a una niña, una niña con los pies sobre el abismo. Un muro desde el que me sonreía mientras la mano de mi padre tiraba de mí hacia ninguna parte, hacia el desconocimiento de un futuro que no comprendía…