Sin cadenas

Una muesca en un lado,
la pluma divorciada y el labio torcido,
una luna proyectada al extremo
y un acuario de cartas,
y herrumbre y carbón.
Muchas señales indican que pare,
que rompa las letras, que pliegue la fiebre
de sueños como lombrices en las raíces,
de encontrarme en el reflejo de unos labios
que deberían ser los tuyos,
aunque me leas dentro de mil años.
La pluma se posa en las arrugas
y salta como pez de anzuelo,
cosido a la infancia que vivimos,
al cristal en el que mis manos son vapor
y tus ojos un balcón, un ojal perdido
en los recuerdos que saltan
buscando tus redes,
tus acercamientos tibios.
Y herrumbre y carbón
que avivan las brasas
que brillan en tu frente
mientras te escribo,
te pienso, silencio,
sin cadenas.
por Dios, es tal cual la historia de una amante que aun tengo, pero es la historia entre ella y otra persona, me duele pensar que a el no se le ocurriría un poema tan bonito para ella, y que a mi se me cruce por la mente dedicarselo
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Uno escribe un poema para quitarse cosas de dentro y otros o otras lo leen y si hay suerte encuentran en él algo que merezca la pena, que interfiera en sus propias historias. Espero que le haya gustado a usted y si desea dedicárselo a alguien no lo dude, no opondré resistencia.
Un saludo.
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