El Angosto Pasillo

El jarrón quebrado,
el goteo incesante,
la luna durmiente,
el mechero en la mano.
Conozco una historia
de caminantes en el horizonte,
de firmamentos eléctricos,
de agua en los costados,
como de espaldas a la vida.
Una duda volando,
un recuerdo mojado
de letras angostas
y pétalos secos.
Un universo paralelo,
una noche fría,
un bote en la niebla
una mujer de risa larga,
un hombre llorando
y mil mosquitos bailando.
Sigo en tu noche,
atrapado en las entrañas,
sigo hablando solo, mientras muero,
mientras caigo en la marea,
en las olas que el recuerdo devuelve,
vomita hasta romperme,
roto y perdido en el fogonazo constante.
Conozco una historia
de caminantes que entierran una puerta,
una ventana y una sierra.
Conozco un cuento,
un cuento de estáticas damas
y borrachos caballeros,
de páginas quemadas
y reinos cercanos.
El jarrón quebrado,
el goteo incesante
de tus dudas sobre la almohada.
La luna sobre tus mejillas,
el angosto pasillo
y la botella de alcohol derramada,
y los peces en la esquina,
y un mosquito zumbando,
y en la tele se escucha una risa,
un disparo,
y luego fuego,
fuego y después…,
silencio.
Ya te lo dije:
“Sigo en tu noche,
buscando un final alternativo
a la historia que contaste,
cuando todavía estaba vivo.”