Atlántida
Ellos olvidaron el suelo,
olvidaron la lluvia,
el océano.
Olvidaron la sangre de otros
bajo la mentira de un mundo cegador.
Sus mentes empequeñecieron
borrando cada cosa decente,
cortando amores de las copas más altas
para que la caída fuese más dolorosa,
más fuerte.
Atlántida se llenó de polvo
mientras oprimíamos su cuello con fuerza…
Podría parecer una fantasía
pero durante el sueño clavamos más hondo el puñal
y ella reía.
Hubo mujeres,
hubo hombres,
hubo ratas carcomiendo sus sábanas,
hubo topos sin rumbo en sus entrañas.
El frío es insoportable
y el calor nos quiebra la piel.
Bajo la niebla sobrevive el recuerdo,
bajo capas de escombro,
escombros de almas sin alas.
La tumba de lágrimas sin ojos.
Olvidaron el destello de la vida,
el perezoso despertar del Sol.
Olvidaron los saltos de ángeles marinos,
de veloces cuerpos en la tierra que los vio partir.
Olvidamos Atlántida
y con su sonrisa la dejamos morir.