El Vuelo del Cuervo
Mil fotografías caen sobre la mesa,
mil sombras se arrastran
despacio, sin hacer ruido,
limpiando sueños no cumplidos.
Has dejado de querer,
de correr con la cabeza en los pies,
has dejado de hablar por hablar,
de mentiras que ya no puedes entender.
Creaste promesas que salieron de otros labios,
tejiste con empeño una realidad que odiabas,
arquitecto de penurias,
soñador diurno de noches imaginadas.
Mil copas de alcohol rodaron,
litros de fuego cayendo en tu garganta,
comparando tristezas con lunáticos desconocidos,
haciendo del viento tu único amigo.
El vuelo del cuervo te hizo despertar,
despertares que tardan cien años,
las alas negras cortaron el aire,
mostrando imágenes pasadas de antiguos presentes.
Manos que se unían,
cielos claros sin nubes en los costados,
bocetos de futuros dibujados en el suelo.
Tiempo, tiempo de cambios impensables,
de comprender que la vida no es eterna,
tiempo de lágrimas que traen sonrisas,
de despertares que quiebran destinos imposibles.
«Soñando con la vida escapé de las alas de la muerte»