Reino de Sombras
El olor de la hierba mojada entra dentro de mi, caigo sobre el suelo, mis rodillas se empapan con agua y barro espeso.
Las primeras luces de la mañana tocan el cielo suavemente, tengo que escapar antes de que el sol aparezca en el horizonte… Me levanto, el barro se ha apoderado de la palma de mis manos, mi destino ya es visible unos metros mas allá, puedo conseguirlo…
En ese instante el suelo comienza a temblar, algunos árboles caen al suelo, el viento helado sopla con fuerza congelando mi piel, tiempo… necesito tiempo…
Las sombras avanzan, las puedo ver entre las ramas, puedo sentir su odio, su necesidad de encontrarme, de arrastrarme hacia el corazón de las tinieblas.
Mis piernas se hunden en el barro mientras camino, una mano fría me sujeta, intentan agarrarme, pero consigo escapar, pedazos de hielo saltan al hacerlo, mi brazo se congela, me alcanzarán antes de llegar a mi meta.
Llego hasta la puerta, giro el pomo…. no se abre… me doy la vuelta y miro, miro el claro del bosque, miro los silenciosos árboles, miro las sombras alargándose poco a poco hacia mi…
La puerta se abre, mis ojos se abren, despierto de los sueños, despierto de la realidad que la noche guarda tras mis párpados, entre las sábanas me muevo y respiro tranquilo, las pesadillas han desaparecido…
Sin darme cuenta vuelvo a quedarme dormido, sin darme cuenta vuelvo a cerrar mis párpados… mientras sobre la almohada descansan pequeños pedazos de hielo…
Las sombras avanzan, las puedo ver entre las ramas, puedo sentir su odio, su necesidad de encontrarme, de arrastrarme hacia el corazón de las tinieblas.
Mis piernas se hunden en el barro mientras camino, una mano fría me sujeta, intentan agarrarme, pero consigo escapar, pedazos de hielo saltan al hacerlo, mi brazo se congela, me alcanzarán antes de llegar a mi meta.
Llego hasta la puerta, giro el pomo…. no se abre… me doy la vuelta y miro, miro el claro del bosque, miro los silenciosos árboles, miro las sombras alargándose poco a poco hacia mi…
La puerta se abre, mis ojos se abren, despierto de los sueños, despierto de la realidad que la noche guarda tras mis párpados, entre las sábanas me muevo y respiro tranquilo, las pesadillas han desaparecido…
Sin darme cuenta vuelvo a quedarme dormido, sin darme cuenta vuelvo a cerrar mis párpados… mientras sobre la almohada descansan pequeños pedazos de hielo…
Genial.
Lo onírico me mola, y cuando se trata de pesadillas más.
Me gusta como lo describes.
Me gusta en especial, esta metáfora: «despierto de la realidad que la noche guarda tras mis párpados».
Fabuloso. Sigue así.
¡Saludos!
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