Fuego del tiempo

Las velas encendidas,
la noche disolviéndose
entre mis sábanas de polvo,
entre paredes mordidas.
El silencio prisionero,
bajo llave en las entrañas.
Susurra nombres tras un abanico,
abanicándome en las sombras.
Las velas encendidas
y el coche acelerando:
al calor de tus noches,
al calor de unos dedos,
al frío de las despedidas.
Y entiendo, y me retuerzo,
como papel en un incendio…
He visto mis versiones deambulando,
los caminos entrecruzándose.
Con mis ojos contemplando
las risas y los llantos,
con una mano en los bolsillos
y la otra escribiendo,
escribiéndome a mí mismo
para no olvidar.
La vida es eso que pasa
pensando en vivirla,
la vida es eso que se arrastra
hasta que las velas se apagan…
El teléfono se abría en dos mitades
y un verde día sonaba,
y era verano
y subías entre las ramas.
Desde allí,
desde lo alto del único árbol
pude ver un coche acelerando,
un barco de vela surcando el mar,
unos ojos brillando
y cien gaviotas creyendo cantar.
Una canción que el tiempo ha perdido,
una canción de vida y sueño,
de cartas en un rincón.
Las velas encendidas,
el fuego del tiempo masticando.
Y tarareas susurrando
algo que conozco,
algo que mascullo,
al otro lado del cristal.
Muy buenos versos. Feliz Navidad
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¡Muchísimas gracias! Felices fiestas.
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Bonitos versos ,que te deja pensando todo un día.
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